La Nueva Bureba alcanzará a finales de año su tope productivo con un centenar de empleados menos de los que tenía cuando un cortocircuito redujo la anterior factoría a cenizas. El mantenimiento de al menos 650 contratos fijos era un requisito exigido por el Consistorio para aplicar rebajas fiscales y mantener la declaración del proyecto de reconstrucción como de especial interés y utilidad pública