Fue a finales de los 80 y principios de los 90, en los años de plomo, cuando la cárcel de Burgos 'alojó' a más presos etarras, cerca de 30. Entre sus muros han estado históricos de la banda, como Fermín Urdiain Ziriza, sanguinario carnicero -condenado por 8 asesinatos- perteneciente al 'comando Eibar', desmantelado en 1989. También estuvo encerrado Aritz Arnaiz Laskurain, jefe del Comando Nafarroa a finales de siglo. Pero en estos momentos quedan solamente dos, José Antonio Zurutuza Sarasola y Ekaitz Ezquerra Las Peñas. Nunca el centro penitenciario burgalés había recluido a menos presos de ETA. Hay 2 razones del descenso de etarras: las obras que han obligado a trasladar reclusos y el cese de la violenciaMás en la edición impresa o aquí