La Policía Local inició ayer un dispositivo especial para controlar a los comerciantes de los mercadillos ambulantes que aparcan sus vehículos en el entorno de las zonas que ocupan sus puestos. El paseo del Empecinado, junto a la iglesia del Carmen, es el escenario del 'baratillo' de los viernes y donde se produce el mayor caos al estacionar las furgonetas y coches con que transportan el género.