La sequía que afectó a la cosecha de cereal esta campaña también se ha cebado con el girasol, aunque en menor medida debido a que algunas tormentas de verano acabaron en precipitaciones que aliviaron algo la situación en buena parte de las comarcas burgalesas. En todo caso, la merma en la producción de este cultivo, del que Burgos es la primera productora de la región, se sitúa en torno al 20%.