Al monóxido de carbono no se le conoce como 'el asesino silencioso' por casualidad. Es un gas invisible, sin olor, color ni sabor, que no irrita ni causa tos pero que todos los años provoca casos de envenenamiento y de muerte en todas las sociedades. La temporada pasada se registraron 8 incidentes en Burgos, resultando afectadas 19 personas, dos de las cuales fallecieron en Cardeñajimeno.