La falta de pegada lastró demasiado al Burgos en el feudo del Real Unión. Los burgaleses no estuvieron finos durante los primeros 45 minutos y los irundarras lo castigaron con el que sería el único gol del partido. Mikel Alonso cabeceaba un córner, Saizar lograba sacar su remate, pero en el rechace Ekhi Senar estuvo más atento que la zaga para colocar el 1-0 en el luminoso. Poco después Adrián Hernández pudo poner las tablas, pero la defensa sacó su disparo cuando ya había superado al portero Otaño. En la segunda mitad, los de Nacho Fernández dominaron el balón y comenzaron a cercar la meta local. Sin embargo, sus múltiples intentos se toparon con el muro defensivo, con los guantes de Otaño y con su propia falta de puntería para dejarse los puntos y buena parte de las opciones de playoff