Un año con ELA

G.G.U.
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Jesús Gómez supo en 2016 que tenía esclerosis lateral amiotrófica, una enfermedad neurológica e incurable que ha irrumpido en su vida: no puede hablar, traga con dificultad y pierde fuerza muscular, lo que no impide que se vuelque en la divulgación

Jesús Gómez empezó a intuir que algo no iba bien en su organismo a finales de 2015, cuando se dio cuenta de que, a veces, no podía hablar con normalidad. Se le trababa la lengua, «como si hubiera tomado unas copas de más», y, sobre todo, en situaciones de nerviosismo. Era una reacción incontrolable, a la que siguió una alteración en la manifestación de la afectividad o labilidad emocional, que implica risa o llanto sin motivo aparente y, como destaca Gómez, «en momentos comprometidos». Fue al médico y le indicaron que podía ser estrés, pero los síntomas fueron agravándose y el neurólogo decidió hacerle unas pruebas específicas, que determinaron un diagnóstico después ratificado en el Hospital 12 de Octubre de Madrid: Esclerosis Lateral Amiotrófica. Es decir, ELA. Una enfermedad neurológica degenerativa y, por ahora, incurable.