Abdul ya camina

A.G.
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El 20 de mayo el pequeño camerunés al que se le colocó una prótesis de pierna en Burgos volvió a Camerún

"Cuando esté listo volverá a su tierra, a su lengua, a su gente, a sus sabores, a sus olores y a sus paisajes". Así de poéticamente describía el pediatra Emilio Sastre cómo sería el momento en el que la Fundación Mayo Rey que dirige dejaría de tutelar a Abdul Fatau, un niño al que encontró prácticamente al borde de la muerte en una choza de la aldea camerunesa de Rey Bouba, donde esta entidad no gubernamental trabaja desde hace más de dos décadas. Ese momento llegó el pasado 20 de mayo. Abdul tenía ya la prótesis que sustituía a la pierna que le tuvieron que amputar para evitar que se gangrenase y pusiera en peligro su vida, sabía manejarla y se encontraba perfectamente de salud. Era el momento de volver a casa y así se hizo.
Sastre  se llevó a Abdul a Camerún en el último viaje que ha realizado para trabajar en el hospital que allí gestiona su fundación. La abuela del niño y varios vecinos les recibieron con la hospitalidad propia de África y la sorpresa pintada en la cara. El pequeño se mueve con extraordinaria agilidad y parece que hubiera convivido siempre con el ingenio mecánico que le hace andar con total normalidad.
El pediatra está profundamente agradecido a la Asociación Nacional de Amputados de España (Andade)y a su presidente, Carlos Ventosa, que se volcaron con el caso de Abdul y le pusieron en contacto con un ortopédico vitoriano, Mikel Larunza, quien fabricó la prótesis que le va a dar calidad de vida al pequeño africano y un futuro menos incierto que el que tenía hasta que viajó a España.

 

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