Un joven que estrenaba los 18 acudió a comprar alcohol. En caja se le solicitó el DNI, algo que hacen en los supermercados porque se exponen a una sanción importante si venden alcohol a menores, y acreditó que ya tenía 18. Salió con las botellas y las repartió a sus amigos. El problema es que los demás eran menores. La Policía Local observó los hechos e identificó al chaval, multado con 3.733,33€.