El coste para el Estado de levantar el peaje en estas vías deriva del hecho de que tendría que asumir el coste de su mantenimiento y de la reversión fiscal que deja de ingresar, según detalla el presidente de la asociación Julián Núñez. La patronal aboga así por mantener el peaje en estas vías y ya se lo ha manifestado a Fomento en relación a la primera autopista que concluye su plazo de concesión, la AP-1 Burgos-Armiñón, que vence el próximo 30 de noviembre. En el caso de esta vía, Seopan subraya que además requiere una inversión para su ampliación y mejora de unos 320 millones de euros y que en verano la mitad de su tráfico corresponde a vehículos extranjeros. "No tiene sentido que los españoles sufraguen con sus impuestos el tráfico de vehículos extranjeros", señala Núñez.