Lleva más de una veintena de años vistiendo de corto por las canchas de toda España y tiene más ilusión que cuando debutó en ACB con el Real Madrid a los 20 años. Jorge García quiere seguir jugando y con amplia sonrisa afirma: "no quiero dejar de jugar nunca". "500 es una cifra bonita. Es bueno que casi al final te vayan reconociendo tu trabajo, que se sepa que se requiere mucho amor y dedicación"