Alquilar en Aranda es más caro que en muchas capitales

A. del Campo
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La oferta es inferior a la demanda y eso provoca que los pisos arandinos duren menos de una semana sin inquilino

Por lo general vivir en un pueblo o en una ciudad pequeña es más barato que hacerlo e una gran urbe. Sin embargo esto no ocurre en Aranda de Duero cuando se habla del alquiler de una vivienda. Ser un arrendatario en la villa ribereña resulta más caro que en la mayoría de capitales de Castilla y León. Así lo afirman las distintas inmobiliarias arandinas consultadas. «Sí es cierto que muchas personas que vienen buscando pisos se sorprenden por los precios, sobre todo los de la zona de León. Notan un incremento importante, pero insisto es lo que nos llega por los clientes», afirman desde Alfa Aranda. Otra inmobiliaria refuerza la teoría: «Por lo general dicen que aquí es más caro. Todo el mundo se queja». 

Los diferentes profesionales del sector afirman que un piso individual «que esté más o menos reformado» en Aranda tiene un precio de en torno a 450 euros al mes de media. Y estos suelen registrar una extensión de 50 metros cuadrados, por lo que el metro cuadrado tiene en estos casos un coste medio de nueve euros. Respecto a viviendas familiares, de unos 100 metros cuadrados, la renta suele ser de unos 600 euros, por lo que el metro sale a seis euros.

Analizados los precios medios en Aranda de Duero se concluye que estos son en muchas ocasiones más altos que los de las capitales de provincia de la Comunidad. Están por encima de los 4,6 euros a los que se paga el metro cuadrado de alquiler en Zamora, de los 4,8 euros de Ávila, de los 5,3 en Soria o los 5,4 en León. Y se sitúan muy cercanos a los 6,3 euros de la ciudad de Burgos, los 6,6 de Valladolid, los 6,9 de Segovia o los siente de Salamanca. Según los datos recogidos en el informe de Idealista sobre el precio del alquiler en 2017 (que no habla de Palencia).

Las diferentes inmobiliarias ribereñas señalan como causa de los altos precios del alquiler en la villa a la elevada demanda, que supera a la oferta. Es decir hay más gente buscando casa que viviendas disponibles. Esto es una constante en la capital ribereña, ya que la actividad industrial de la ciudad atrae a muchos trabajadores que llegan con la necesidad de alquilar. Otro motivo de esta baja oferta la dan en la inmobiliaria Arancuatro, donde apuntan que «aunque hay muchos pisos de segunda mano que están en venta, a la gente le cuesta todavía ponerlo en alquiler por miedo a impagos, a que le destrocen el alojamiento...».

La elevada demanda y la insuficiente oferta hacen que los pisos en alquiler duren muy poco en el mercado. «Un domicilio que esté bien, en cinco días suele estar arrendado», coinciden tanto en Arancuatro como en Alfa Aranda. En esta última van incluso más allá y hablan de casos en los que un piso se pone en alquiler por la mañana y por la tarde ya tiene inquilino. Estos episodios se dan sobre todo en las viviendas más pequeñas, porque como señalan en otra inmobiliaria, hay residencias familiares que están un mes en oferta, pero, inciden todas, al final siempre se arriendan.

El mercado del alquiler ha ido creciendo en la ciudad, algunos agentes inmobiliarios hablan de un aumento del 30 por ciento en los precios en los últimos cuatro años y de una demanda que ha permanecido constante en el mismo periodo. Porque en Aranda siempre ha habido arrendatarios. Tanto es así que los precios del alquiler superan a los de muchas capitales. Es la consecuencia de recibir trabajadores en una ciudad que mantiene su actividad industrial y su población por encima de los 30.000 habitantes.