Pendientes a todas horas del móvil y el correo. No dejan pasar un día sin intentarlo porque igual pierden la oportunidad que están esperando. La situación se puede alargar poco o mucho en el tiempo y si ocurre esto último aparece el desánimo. Así describen algunos demandantes de empleo cómo viven la búsqueda diaria de un trabajo, tarea que consideran más complicada que la de trabajar en sí.