La primera parte fue un reflejo de los encuentros anteriores. Los albinegros no generaron ninguna ocasión de peligro y el Lealtad se puso por delante en una acción desgraciada en la que Aritz Borda introdujo el balón en su propia portería para sembrar los nervios en El Plantío. Salinas movió el banquillo e introdujo a Iker Hernández y Carlos Álvarez buscando la remontada. En una jugada por banda, el cuero impactaba en la mano de un defensa visitante y el árbitro señalaba penalti. Adrián Hernández puso las tablas desde los 11 metros. El Burgos se volcó en busca del triunfo y lo encontró en el descuento. Un esférico colgado a la desesperada lo prolongaba Abel Suárez y le caía a Carlos Álvarez, que conseguía batir a Tejero y celebraba con rabia un gol muy importante para él y para el equipo