Los nuevos empadronados en Pineda quieren otro alcalde

F. TRESPADERNE
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Afirman que la mayoría de los 41 censados cumple los requisitos y opinan que 28 años en el cargo son suficientes para un regidor municipal

«Los empadronamientos responden a un interés electoral de gente que está viviendo en Pineda, está harta y quiere cambiar las cosas», manifiesta Luis Santaolalla, uno de los vecinos que está «intentando propiciar un cambio de gobierno» en el Ayuntamiento, al frente del que se encuentra desde hace 28 años, Santiago Rojo, del PP.

Santaolalla manifiesta que la gran mayoría de los 41 empadronados «cumple los requisitos y parámetros que se exigen para ello» y señala que no entiende porqué desde el Ayuntamiento se ha iniciado «una campaña para impedir estos empadronamientos, que en  varios casos se trata de personas que llevan viviendo en Pineda desde hace muchos años o que pasan más tiempo aquí en Burgos».

Este vecino insiste en que ha sido el propio Ayuntamiento el que ha iniciado la investigación de estos empadronamientos, «y en el INE le han dado al alcalde las pautas a seguir, entre ellas la carta que ha enviado a los empadronados para que en quince días presenten la documentación que acredite una residencia efectiva en la localidad».

Santaolalla denuncia que «el primero que incumple los requisitos de empadronamiento es el alcalde, que trabaja y vive en Burgos, y solo viene algunos fines de semana y los martes, que es cuando acude la secretaria», afirma, a la vez que señala que un grupo importantes de vecinos «se han concienciado de que es necesario un cambio político en Pineda y decidieron empadronarse en verano para poder figurar en el censo electoral que se elabora con los empadronados antes del 31 de diciembre de este año», manifiesta.

Santaolalla espera que el 99 por ciento de los empadronados, «no todos son de los que intentamos un cambio político, también los hay que son partidarios del alcalde», matiza, acrediten su residencia efectiva en Pineda, «lo que no es fácil porque nadie especifica qué tipo de documentación  hay que aportar como prueba», declara este vecino que espera «el mismo tratamiento para revisar todos».

A la espera de que el Ayuntamiento resuelva sobre estos empadronamientos, cuando reciba la documentación de los ‘nuevos’ vecinos, lo más probable es que sea el Consejo de Empadronamiento el que tenga que decidir sobre la legalidad o no de los mismos.

nueva candidatura. El empadronamiento masivo ha sido el primer paso y el siguiente, apunta Santaolalla, «será promover una candidatura entre las personas que estamos hartos de como se están haciendo las cosas en Pineda y las queremos cambiar, pero todavía no hay nada definido», asegura, a la vez que recuerda que este movimiento se generó para apoyar a la concejala socialista, «que está sola y que obtuvo más votos que el alcalde, pero como ellos son dos se hicieron con la Alcaldía».

Pineda, con 103 empadronados a uno de enero de este año, ahora son 144, recuperará los dos concejales que perdió en 2015 y es por lo tanto un de los municipios que vuelve a ser atractivo para las principales formaciones políticas.