La nueva ordenanza que pretende poner orden en la vía pública ante la proliferación de las terrazas y veladores avanza sin prisa pero sin pausa y con paso firme mientras sigue en su fase de borrador. No es fácil conjugar todos los intereses implicados, hosteleros, clientes, peatones, vecinos, o garantizar la seguridad en caso de una emergencia aunque se intenta que el documento regularice un servicio que es muy demandado. El Ayuntamiento tiene claro que la normativa es para cumplirla y de ahí que el nuevo texto contemple la posibilidad de que los hosteleros que comentan infracciones muy graves puedan perder el derecho a poner la terraza durante un año, además de ser sancionados con la correspondiente multa que oscila entre los 1.501 y los 3.000 euros.