Empresas pioneras en planes de igualdad

I.M.L.
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Dos firmas ribereñas de obras públicas son pioneras en la región en este ámbito. Blasgón y Arpape se colocan a la cabeza de las políticas igualitarias en el sector con objetivos como la implantación de un protocolo para prevenir el acoso sexual

Empresas pioneras en planes de igualdad - Foto: Juan Carlos Ontoria

Los cambios sociales que se demandan en materia de igualdad en todos los sectores han llegado también al de las obras públicas. A la sombra de la Ley de Igualdad, y atendiendo a una mayor concienciación de la sociedad, algunas empresas empiezan a poner negro sobre blanco las políticas de igualdad que desarrollan, o están en vías de desarrollar, en su día a día. Es el caso de dos empresas ribereña, que pueden presumir de ser pioneras en este sector en Castilla y León en implantar un plan de igualdad. Se trata de Blasgón, con instalaciones en Fresnillo de las Dueñas, y Arpape, que tiene su sede en la capital ribereña. Junto a esta dos firmas, hay un grupo de otras cuatro empresas que también se han subido a este carro por la igualdad: las vallisoletanas Royba y Zarzuela, la zamorana Contratas San Gregorio y la palentina Valuarte.

Los ejes fundamentales del plan que han implantado las dos empresas ribereña tiene cinco ejes fundamentales que giran en torno al acceso al empleo, la comunicación, la ordenación del tiempo de trabajo, la prevención del acoso sexual y por razón de sexo y la formación. Los beneficios que buscan conseguir en las empresas es una optimicación de los recursos humanos, aumentando la motivación y el buen clima laboral; mejorar la productividad y la competitividad empresarial; consolidar la responsabilidad social corporativa, y aumentar las oportunidades para seleccionar y retener personas con talento.

Para lograr todo ello, se han planteado distintas acciones, que en el caso de la empresa Blasgón se materializan en cinco muy concretas. Partiendo de la realización e implantación de un protocolo para la prevención del acoso sexual y por razón de sexo y de un procedimiento de comunicación interna, pretenden redactar una guía inclusiva de lenguaje no sexista, redoblar los esfuerzos para la formación y sensibilización en materia de igualdad de oportunidades y poner en marcha el plan de igualdad para toda la plantilla.

La directora económico financiera de Blasgón, Maribel de Blas, reconoce que el sector de la obra pública adolece de una escasa presencia de mujeres, motivada porque la propia idiosincrasia de los trabajos que se realizan. «El sector tiene en torno a un 5% de mano de obra de mujeres, igual ni eso, si te pones a contar en todo el sector, incluyendo administrativos y técnicos, igual estamos en un 10%, pero es que el sector es así, no puedes obligar a las mujeres a poner ladrillos porque de hecho no hay», lamenta, aunque presume de que en su empresa nunca han puesto trabas a la incorporación de mujeres a la plantilla y que, de hecho, «aquí igualdad ha habido siempre, en altos cargos estamos al 50%». En el terreno laboral del sector de la obra pública, De Blas constata que «a mí no me importaría si alguna mujer se ofreciera a llevar una máquina o hacer otro tipo de trabajo, no veo porqué no, pero es que no existe, no hay en el mercado este tipo de demanda laboral».

En este sentido, durante la presidencia de la empresaria ribereña de la Cámara de Contratistas de Castilla y León, hace doce años se llevó a cabo un programa bautizado Dulcinea que buscaba la formación de mujeres en este sector. «Esto es algo que ha estado siempre en nuestra voluntad. Se hicieron planes de formación para que las mujeres aprendieran el oficio y hubo algunas que se integraron de inmediato, nada más acabar los cursos encontraron trabajo en albañilería en concreto», explica De Blas.

 Esta tendencia se ha instalado como parte de la política de Blasgón, que busca facilitar la incorporación del colectivo femenino en este sector de la obra pública. «Nosotros abrimos el sector a las mujeres, intentamos favorecerlo. Cuando haces un proceso de selección no lo limitas a que sean hombres, sino todo lo contrario», asegura Jesús Fernández, director de Administración de la empresa ribereña Blasgón.