Si hay interés empresarial, puede volver a circular el tren Directo. Esa es la esperanzadora conclusión con la que Lacalle y Rico salieron ayer del despacho del ministro de Fomento. Íñigo de la Serna abre la puerta a retomar este proyecto tan solo unos días después de que su partido votara contra él en el Congreso, y de que el estudio del Ineco descartara la viabilidad de cualquier inversión.