Mauricia Ibáñez no oculta que no está para celebraciones, pero acepta conversar en el apartamento de la capital que acondicionó con motivo del nacimiento de sus mellizos, del que el próximo miércoles se cumplirá un año. Ella, que ahora tiene 65, decide posar en el dormitorio que los bebés solo han ocupado doce días de su vida. En total, madre e hijos han convivido 51 días y se han visto otras 48 horas a lo largo del año, ya que desde que la Junta asumiera la tutela de los pequeños en abril, se ha mantenido el régimen de una hora de visita a la semana en el punto de encuentro. «He solicitado ampliaciones, pero ni siquiera me han contestado. Hacerle esto a una madre es una crueldad», afirma.