"Si crees que el mundo necesita ayuda, no esperes a que otros se la den, no te excuses", afirma Guillermo Fernández-Mardomingo, quien volvió el 29 de julio de pasar una experiencia inolvidable en los campos de Sinatex y Oreokastro, en la ciudad de Tesalónica, donde ha vivido en primera persona la crisis humanitaria de los refugiados, la más grave que ha golpeado Europa desde la II Guerra Mundial.