Historias tras los refugiados

María Cantón Galiana
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El burgalés Guillermo Fernández-Mardomingo ha cambiado un mes de vacaciones por colaborar como voluntario en dos campos de exiliados en Grecia. Impartió clases de inglés, ayudó en la construcción de un centro de ocio y repartió alimentos y vitaminas

"Si crees que el mundo necesita ayuda, no esperes a que otros se la den, no te excuses", afirma Guillermo Fernández-Mardomingo, quien volvió el 29 de julio de pasar una experiencia inolvidable en los campos de Sinatex y Oreokastro, en la ciudad de Tesalónica, donde ha vivido en primera persona la crisis humanitaria de los refugiados, la más grave que ha golpeado Europa desde la II Guerra Mundial.