Se esperaba una batalla a cara de perro entre los dos colistas y las expectativas se cumplieron al 100 por 100. El partido comenzó con los verdiblancos luciendo la calidad de su quinteto titular, especialmente de un Ryan Kelly atinado en el tiro. Los burgaleses aguantaban el envite y con la entrada de la segunda unidad bética, endosaron a los andaluces un parcial de 17-2 que les puso 11 arriba en el segundo cuarto, aunque otro parcial visitante les dejó 3 por encima al descanso. La ventaja se incrementó en el tercer periodo, poniendo al Betis con 11 de renta antes de los 10 minutos finales. Los de Epi enjugaron la desventaja gracias a Edu Martínez y Deon Thompson y el partido fue a la prórroga. Ahí, el acierto de Gailius y el cansancio de algún puntal sevillano sellaron el triunfo