Separaciones y divorcios difíciles, conflictos de relación entre padres e hijos (en muchos casos, con violencia de estos últimos hacia los mayores), ausencia de normas y pautas de disciplina básica, problemas de salud mental, de adicciones y violencia de género son algunas de las circunstancias más frecuentes por las que atraviesan las personas que acuden al Programa Municipal de Apoyo a Familias.