Aunque es difícil de percibir persona a persona y día a día, los burgaleses estamos envejeciendo a pasos agigantados frente al espejo de la estadística. Nuestra edad media supera ya los 46 años, aunque si quitamos del cómputo global a la población inmigrante (que está en los 33 de media), tendríamos que sumar un año más, los 47, lo que nos confirmaría aún más entre las provincias más maduras de España, donde los 43 marcan la media de la estadística. Estas son algunas de las malas noticias que depara el Padrón Continuo que elabora el Instituto Nacional de Estadística (INE) y cuya última actualización se ha conocido este mes de enero. Este estudio confirma la pérdida de 2.824 habitantes en la provincia, lo que supone un descenso del 0,70% sobre un total de 358.171 empadronados.