Cerca de 1.700 empresas en la provincia y con ellas, más de 15.000 puestos de trabajo directos, dependen de que el sector de la construcción empiece a recuperar su pulso tras casi una década de drástico parón en la actividad. Se trata de las industrias, talleres y comercios que tradicionalmente han nutrido al sector del ladrillo y que también han sufrido y aún sufren las consecuencias de la crisis