Atendiendo a la función de la campana de anunciar la buena nueva, las actividades del VIII Centenario de la Catedral arrancan el próximo jueves con un concierto protagonizado por este instrumento. La actuación contará con la colaboración de 70 músicos locales que serán los encargados de hacer que suene esta "orquesta de bronce extraordinaria", como la ha definido Barber. Con campanas de los siglos XIV, XV, XVIII y de los años 50 del siglo XX distribuidas por 14 campanarios de iglesias y edificios civiles del centro histórico se propone un concierto para escuchar mientras se pasea. Entre las recomendaciones que aporta el compositor está la de colocarse en sitios altos y de cruce, alejados de un campanario concreto porque solo oiría ese sonido e informándose antes de los lugares desde donde se tocará. La actuación dura 55 minutos y está inspirada en el gótico flamenco de la Catedral, por lo que los sonidos son "ascendentes". Barber, que ya hizo algo parecido en 2002, entonces para el centenario del nacimiento de Antonio José, señala que el sonido de la campana "conecta lo conocido -el suelo- con lo desconocido. Es el mensaje escrito en bronce que nos une en vertical con el cosmos". El compositor apunta también que "la perfección no nos interesa tanto como el entusiasmo por recuperar el sonido de las campanas".

Los campanarios desde el que se moverán los badajos son: Ayuntamiento, Arco de Santa María, Catedral, iglesia de Santa Águeda, San Nicolás, San Gil, San Pedro de la Fuente, San Cosme y San Damián, iglesia de las Salesas, La Merced, San Esteban, convento de Santa Clara, La Anunciación y San Lorenzo.

Además de los badajos, la actuación se completa con la pirotecnia de la empresa Vulcano, que realizará un espectáculo secuenciado desde tres puntos: calle Fernán González, paseo Marceliano Santa María y Palacio de la Isla. Los fuegos formarán parte de la partitura, silbatos, roncadoras y truenos serán la percusión de una obra musical que acabará con fuegos artificiales.