Tenían pensado llevar su protesta hasta el final, como habían hecho saber durante los últimos días, hasta que se comprometiera el pago de las ayudas para el cierre ordenado de la minería. Pero finalmente los cuatro mineros encerrados desde hace 18 días en el pozo Aurelio (León), una medida a la que el pasado martes sumaron una huelga de hambre, dejaron su protesta por prescripción médica.