El club asegura que "en ningún momento ha pretendido provocar problema alguno al CB Miraflores, ni cuestionar su legítimo derecho a competir la próxima temporada en la Liga Endesa" y ataca duramente a la Federación de Castilla y León de baloncesto, intentando "dejar en evidencia los comportamientos y las practicas contrarias a la normativa y bases de competición por parte de su presidente".