Quince pueblos de la Ribera venden menos de una casa al año

A. del Campo
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Desde 2013 los municipios de la Ribera han notado un aumento del 80 por ciento en las transacciones de vivienda. Aunque este crecimiento es muy desigual en función de las zonas

Quince pueblos de la Ribera venden menos de una casa al año

La venta de casas en el ámbito rural de la Ribera no parece un negocio masivo. O por lo menos eso se deduce de los datos del Ministerio de Fomento. Desde 2013 solo siete pueblos han comercializado más de veinte viviendas y en dos ni siquiera se ha comprado una sola. Y eso que el periodo es de más de cinco años. Si se analizan los datos anualidad por anualidad, estos no son mucho mejores. Hasta quince pueblos de la Ribera han vendido menos de una casa al año y solo dos superan los cinco traspasos anuales.

En términos absolutos, el crecimiento es más que evidente en la zona rural de la comarca. Si en 2013 se vendieron 83 hogares, en 2017 fueron 154. Lo que supone un incremento del 80 por ciento en cuatro años. Y todo hace apuntar a que esta cifra de las 150 transacciones inmobiliarias al año se va a estabilizar. En la primera mitad de 2018 se compraron 75 casas en la Ribera, por lo que, de mantenerse un número similar, se alcanzarían cifras parecidas a las finales de 2017. También cercanas a las del año 2014, cuando los traspasos llegaron a los 140. Inferiores fueron en 2015 al quedarse en las 115 ventas de viviendas.

Hay que señalar que de todos estos análisis se están excluyendo los datos de Aranda de Duero porque la magnitud del mercado inmobiliario de la ciudad es tal que desvirtuaría todas las estadísticas. Solo en la capital de la Ribera se comercializaron 420 pisos durante 2017. Cifra que casi triplica las 154 transacciones completadas en el resto de municipios de la comarca. Por lo tanto, en este estudio se están contemplando solo los datos de los pueblos de la comarca, descartando a Aranda.

Los datos del primer párrafo de esta noticia pueden chochar con los del segundo. Mientras en el inicial se habla de números muy bajos de ventas de casas, en el posterior se menciona el repunte del mercado. La razón es que al ser datos pequeños, de 22 hogares comprados en el mejor de los casos y los años, encontrado en 2016 en Roa, un aumento de los mismos por pequeño que sea supone un notable salto porcentual. Por ejemplo, en Quemada entre 2016 y 2017 se duplicó la venta de viviendas al pasar simplemente de una casa comprada a dos. Y así ocurre en muchos más pueblos. Incluso, si en el año anterior al traspaso de un hogar no hubo ninguno, el incremento sería infinito.

Una de las características más interesantes de estos datos oficiales es la desigualdad que hay en función de las diferentes zonas de la Ribera. Una muestra más de las desigualdades en términos poblacionales y que se acentúan con la pérdida de servicios como está ocurriendo actualmente en diferentes pueblos. Uno de ellos es La Sequera de Haza, que lleva desde el verano sin médico titular y eso poco le va a ayudar para captar compradores o nuevos vecinos. Este municipio es junto a Haza el único de la comarca en el que no se ha vendido una sola casa desde 2013. Luego hay otros cuatro pueblos en los que no se compra una casa desde 2017, representando un periodo mucho más corto.

Lo más habitual en el tiempo analizado, cuando empieza a recuperarse la economía tras los años más duros de la crisis, es que en se vendan menos de diez casas en total, es decir, menos de dos al año. Entre las 35 localidades que representan esta clase media están Fuentelisendo, Fuentemolinos, Hontangas, Hontoria, Torresandino o Villatuelda entre otras.

Al otro lado de la balanza, en el de los pueblos que más venden, se sitúa por encima de todos Roa, con 86 transacciones desde 2013. Le siguen, muy por debajo, Pedrosa de Duero, con 29 transacciones, Fuentespina, Gumiel de Izán y Gumiel de Mercado, todos con 25. Analizando por zonas, las que están más cerca de Aranda o tienen mejores comunicaciones son las más llamativas para los compradores.