Más allá de los grandes descubrimientos mediáticos, la Sierra de Atapuerca continúa ofreciendo nuevos datos sobre la evolución humana. Es el caso de la Cueva del Mirador, donde el equipo dirigido por Josep María Vergès está encontrando en la presente campaña restos humanos con evidencias de canibalismo de unos 5.000 años de antigüedad, es decir, de finales del Neolítico.