M.F.L.J., de 35 años, fue detenido en Burgos por un presunto delito de malos tratos en el ámbito familiar después de mantener una discusión con su expareja y, al parecer, propinarle varias patadas en el cuerpo. Cuando el presunto agresor se percató de que la víctima iba a llamar a la Policía, le arrebató el móvil y huyó del domicilio. Tras salir rápidamente a la calle, la mujer alertó desde una cabina telefónica a los agentes, que posteriormente localizaron y detuvieron al varón.En Aranda de Duero, otro hombre (J.C.C.H., de 55 años) fue arrestado por un presunto delito de quebrantamiento de condena, ya que se personó en el domicilio de su expareja y llamó insistentemente al timbre de la vivienda pese a que tenía en vigor una orden de prohibición de comunicación y aproximación a la víctima