Nunca antes desde al menos el año 2005, los pantanos de la provincia de Burgos habían tenido a estas alturas del año menos agua embalsada. Donde más se notan los efectos de la sequía de este 2017 es en la infraestructura de Úzquiza, en la que los 31,8 hectómetros cúbicos almacenados hacen que se encuentre al 42,4% de su capacidad.