El presidente del PP, Pablo Casado, advirtió ayer al Gobierno que no hay margen de negociación con los independentistas catalanes porque el diálogo no puede hacerse con «una pistola encima de la mesa», en referencia al «chantaje» que cree que realizan los soberanistas imponiendo sus condiciones.

En una entrevista en la radio, el palentino recriminó la «contemporización» con el independentismo que cree que reflejan las últimas declaraciones de miembros del Gobierno sobre el posible indulto a los presos por el procés.

Además, denunció que «hay una estrategia por la cual el Gobierno le dice a los jueces lo que tienen que hacer» en este caso.

Por eso, Génova registró, a primera hora de la mañana, una proposición de ley en el Congreso para prohibir los indultos a condenados por sedición y rebelión, ante las «señales de humo» que el Ejecutivo hace los secesionistas para «ganar tiempo» y conseguir su apoyo para aprobar los Presupuestos.

Así, insistió en que «no hay nada que ceder ni negociar» porque el diálogo «está muy bien cuando se hace sin una pistola encima de la mesa», pero no con quien «quiere romper España y conseguir sus objetivos». Al ser preguntado por quién está poniendo esa arma, puntualizó que «es una forma de hablar» para referirse al «chantaje» de los soberanistas, que cree que están imponiendo al Ejecutivo sus condiciones para conseguir la secesión.