Entre el 20% y el 25% de la población española tiene dificultades para asumir el gasto que conlleva la salud bucodental básica: revisiones, empastes, desvitalizaciones, limpiezas... Son tratamientos sencillos y rehabilitadores, pero la sanidad pública no los financia. Entonces, no queda más que pagarlos o priorizar y renunciar a una boca sana.