Una testigo observó desde su domicilio cómo un individuo estaba dando patadas a un vehículo aparcado y más tarde al portón de un local, que precisamente era propiedad de un familiar de la mujer. Cuando recriminó al individuo, éste contestó con insultos y se dio a la fuga, momento en el que se le cayó la cartera con la documentación personal. El valor de los daños asciende a 880 euros.