Este año cumplen 30 años en su taller de Pisones, aunque acumulan más trabajando como ceramistas. Como creadores se juegan cada pieza en el horno porque no saben si se llegará a romper, pero es esa prueba de fuego lo que diferencia su arte de la escultura. José Luis Ramos y Raquel Condado reivindican esta disciplina que en Japón se considera primer arte, pero en España no tiene la misma proyección