Ignacio Robles, bombero del cuerpo de la Diputación de Vizcaya expedientado por negarse a cargar armamento bélico, tiene muy claro quién acalla las guerras en Occidente: «La industria armamentística probablemente sea uno de los sectores que más corrupción tiene». Y mira hacia la cúpula de estas compañías. «En el consejo de administración de Expal [con fábrica en el Páramo de Masa] hay 4 o 5 coroneles, generales y gente relacionada con la política y el Ministerio de Defensa. Eso se llama puertas giratorias y eso es corrupción. Cuando un Gobierno está tan relacionado con las empresas se intenta silenciar, ayudar y favorecer», comenta. Más en la edición impresa o aquí.