No siempre se recuperan obras de arte robadas tan importantes como los sillares visigóticos de Quintanilla de las Viñas. ¿Feliz?

Mucho, porque este suceso desgraciado se produjo poco después de incorporarme yo a la Dirección General de Patrimonio, cuando estábamos estudiando algunas actuaciones de restauración.  

¿Cuándo van a regresar las obras y cuál va a ser su destino?

Está toda la operación muy reciente y aún no puedo dar muchos detalles. Están en la Embajada de España en Londres. Ahora hay que iniciar todo un procedimiento jurídico administrativo para comprobar al cien por cien que son las piezas robadas y no una réplica y que el destino final sea Burgos. Habrá que ver en su momento todas las cuestiones y será de la mano del Ministerio de Cultura.

La titularidad de la ermita de la que proceden está en los juzgados... La diócesis la reclamó pero la Junta recurrió y se está a la espera de una nueva resolución...

Una cosa es la titularidad, que efectivamente está en litigio, y otra dónde van a ubicarse físicamente. Yo creo lo deseable es que vuelvan a Burgos.En su día, la propia Junta de Castilla y León, de acuerdo con el Ministerio de Cultura, para evitar que hubiera otro suceso similar trasladó las valiosas piezas que quedaban en la ermita al Museo de Burgos. No tendría mucho sentido que las piezas recuperadas, sin ninguna ulterior actuación, fuesen directamente a la ermita. El objetivo ahora es que vuelvan a España, a Castilla yLeón, a Burgos. Y a partir de ahí, con las condiciones administrativas y legales que correspondan, estableceremos la decisión última.

¿Sigue siendo el expolio uno de los grandes peligros y de las principales preocupaciones o se ha atenuado de unos años a esta parte porque hay una mayor seguridad en los templos más importantes?

Se da una situación paradójica. Por un lado, evidentemente nada tiene que ver la situación de hoy con la de hace 40 o 50 años, donde el expolio era algo generalizado. La época de Erik el Belga y otros. Hoy esto no es así.Tanto la concienca social como los medios tecnológicos de seguridad y custodia han mejorado. El conocimiento del valor de las piezas por los propios vecinos y párrocos es mejor que hace unas décadas. Lo que sí avanza, y es la otra cara de la moneda, es el fenómeno de despoblación, que afecta sobre todo al arte sacro de los lugares más despoblados, con iglesias que dejan de tener culto, con parroquias que se atienden cada cuatro domingos... Esa es la paradoja a la que hay que hacer frente y en la que estamos trabajando.

¿Le preocupa la porfía permanente entre Iglesia y Administración sobre la titularidad de templos?

Yo desdramatizaría mucho esa cuestión. Creo que a veces hay cuestiones que son desproporcionadas, se salen de madre respecto a la reclamación de unos o de otros. En lo que respecta al cuidado del patrimonio, es un tema accesorio. En Francia, la totalidad de las iglesias y catedrales son del Estado. Lo mismo sucede en Portugal.Se puede hablar sobre si esto garantiza mejor o no su conservación, pero es un hecho pacífica y socialmente aceptado también por la propia institución eclesial. Y allí tienen parecidas dificultades a la hora de conservar el patrimonio que podemos tener nosotros: dificultad económica, dificultad de una población que lo cuide... Con ser deseable que no hubiera esos litigios, no influye en las condiciones de conservación del patrimonio.Nosotros también actuamos en catedrales y templos con independencia de su titular, que en España casi siempre es la Iglesia. El hecho de que sea así no va a detener el que nosotros sigamos invirtiendo en la restauración, ni cuando la Iglesia demuestra la propiedad a través de un proceso administrativo.

Ahora que parecía que esa ansiada (y tan necesaria) ampliación del Museo de Burgos era una realidad, se suspende de forma cautelar. Parece un proyecto gafado... ¿Se desbloqueará en breve?

Ha sido una lástima. A mí me ha afectado personalmente ese nuevo detenimiento del asunto, ese parón. Yo me estrené en Burgos con mi trabajo profesional siendo el comisario de una exposición que hizo el Colegio de Arquitectos sobre el concurso de ampliación del Museo de Burgos, con unos magníficos proyectos que se plantearon en pleno despegue de la ciudad, en los años 90, cuando ya se hablaba de hacer un auditorio y de un gran museo sobre Atapuerca. Entonces se perdió una gran oportunidad. Y ahora, cuando parecía que ya iba encaminado al menos a una suficiente ampliación, nos vemos con estos frenazos. Dios quiera que sean temporales y pueda seguir adelante.

¿Este mismo año?

No puedo ser preciso porque depende de otra dirección general, la de Políticas Culturales. Pero, por lo que sé, si no llega a un contencioso y se resuelve a nivel administrativo, tendría un parón de escasas semanas. Espero que el proyecto se pueda desbloquear rápidamente.

¿Qué supondrá esa ampliación? ¿Cree que daría un impulso a este museo, que es un gran desconocido por los propios burgaleses pese a ser una verdadera joya?

Los museos provinciales son los grandes desconocidos de España. Eso tiene que ver con muchos factores, aunque me consta el esfuerzo que hacen tanto los empleados públicos como la propia Dirección General de Patrimonio por que esto no sea así. Pero qué duda cabe que la transformación hacia un edificio potente servirá para imbricarlo más en la sociedad, en la ciudad. Toda novedad siempre es motivo de llamada; luego lo difícil es mantener el número de visitantes. Pero estoy seguro de que supondrá un impulso porque es ampliación va a estar dedicada a un pintor paisano, Luis Sáez, cuya pintura, además de ser muy querida por los burgaleses, es reconocida en España y fuera de España. Y todo lo que sea disponer de mayores espacios (para el archivo, para la restauración, para exposiciones temporales) va ser un recurso que utilizará sin duda el museo.

Y tras años de tira y afloja, de anteproyectos y proyectos, por fin un plan para calefactar la Catedral ha recibido el visto bueno de Patrimonio... Ha costado...

El último proyecto que nos presentó el Cabildo, y en el que nosotros participamos para mostrarles posibilidades e ideas, fue efectivamente aprobado a nivel de anteproyecto por la Comisión de Patrimonio de Castilla y León.

Pero hay que esperar a ver qué dice la Unesco...

Lo importante es que el Cabildo, que es el promotor de la idea, vaya adelante con ella. Nosotros nunca hemos negado esa posibilidad. Lo que los técnicos de Patrimonio (no yo, eso quiero dejarlo claro) pedían era un proyecto que no influyera, que no incidiera negativamente en los valores del Bien llamado Catedral de Burgos con todos sus bienes culturales dentro.Se ha presentado el anteproyecto y luego se presentará el proyecto de ejecución -donde se podrán medir algunas cuestiones más concretas y menores-.Paralelamente, está el camino de la Unesco.La Catedral de Burgos pertenece a un gran club mundial, que es el de Patrimonio Mundial de la Unesco, que es un club al que se pertenece por voluntad propia a partir de un convenio que firma España como Estado parte de la ONU y por el cual los españoles nos comprometemos a que, cuando hay un bien inscrito en la lista de Patrimonio Mundial, hay que hacer partícipe a la Unesco de cualquier proyecto o intervención de importancia. A la actuación planteada en su día de levantar todo el suelo para poner suelo radiante la Unesco dijo que no. Esta otra propuesta es menos agresiva, menos impactante en cuanto a la obra que hay que hacer, pero consideramos la conveniencia de que el Cabildo remita cuanto antes esta propuesta a la Unesco, porque esto allanaría el camino para seguir avanzando.

Si la respuesta es positiva... ¿Podría empezarse con rapidez?

Las contrataciones por parte de una entidad privada son más rápidas que las de la administración pública. Como esta es una iniciativa del Cabildo, tras presentar el proyecto de ejecución se puede ir como mucho a un mes o mes y medio. Y a partir de ahí, lo que tarden en contratar las obras y en llevarse a cabo. Esta nueva propuesta se tardaría menos que la anterior.

¿A usted le convence esta última propuesta?

Sí. Está planteada en términos de sostenibilidad energética, que también, sino de relación entre los objetivos que se quieren conseguir y los medios que se utilizan. Se alteran algunas cuestiones -hay que hacer pequeñas canaletas- pero se aprovecha mucho de lo que ya tiene la Catedral. No hay agresiones fuertes. Y es un sistema que, si se demostrara con el tiempo que perjudica a la conservación, es reversible. Por eso me convence. Puede ser más o menos eficiente -eso habrá que verlo- pero desde luego es sensato y proporcionado al nivel de delicadeza que tiene este museo que es la Catedral de Burgos

Así que celebraremos el VIII Centenario calentitos.

Espero y deseo que sí.

¿Qué puede suponer para Burgos y para la región ese aniversario?

La excelencia de un bien cultural y lo que puede influir en el resto del mundo es fruto de un trabajo constante y ordenado por parte de los ciudadanos y de los gestores de los edificios no sólo con motivo de una efemérides. El hecho de que estemos en el primer nivel de buena gestión con todas las obras realizadas nos da un prestigio, que es lo que nos mantiene en el mapa. Qué duda cabe que un aniversario así ayuda a incrementar aún más el valor que ya tenía el monumento.Creo que el VIII Centenario se está enfocando muy bien, no sólo desde el punto de vista científico como institucional, sino también social, con implicación de toda la ciudadanía.Eso es muy bueno también para ese aspecto de la socialización que debe tener la cultura y el patrimonio.

Con esa cada vez más cercana calefacción y la recuperación de los relieves del trasaltar, que ya está en marcha, vamos a tener una Catedral como recién construida...

La del trasaltar es la última gran obra de restauración que le faltaba a la Catedral.Pero esto demuestra que estamos ante un edificio vivo. Hablamos de un edificio que reacciona ante el medio ambiente, ante la presencia de las personas, el paso del tiempo. Hay que gestionar todo eso, mantener la fábrica. Teniendo en cuenta que además tiene pinturas, esculturas, tapices, orfebrería, documentos...Es como la gestión de un gran museo. Un museo con piezas muy delicadas, yo diría que más delicadas que las que tiene el Museo del Prado.No se puede decir que la Catedral ya está restaurada: es un edificio vivo que hay que cuidar con un nivel profesional adecuado a su nivel de excelencia.

¿Le gustaría seguir siendo director general de Patrimonio durante los fastos de 2021?

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