Pilar, la promotora de 'La Rosa Roja', el local liberal de intercambio entre parejas que hace una semana ha abierto sus puertas en Las Quintanillas, es cada día más consciente de que la discreción y el anonimato que debe imperar en su peculiar bar de copas es casi imposible en un lugar tan poco habituado a estas novedades como Burgos. La inauguración, solo publicitada en las redes sociales (en Facebook, concretamente), ha corrido como la pólvora entre la opinión pública burgalesa durante los últimos días y ha despertado la curiosidad y -por qué no decirlo, los deseos más ocultos- de no pocos, que se preguntan y preguntan a otros sobre lo que se puede o no hacer de puertas para adentro en este gran chalet enclavado en plena travesía urbana de Las Quintanillas.Más en la edición impresa.