Las vocaciones, del sur

G.G.U.
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El 15% de las 431 monjas de vida contemplativa con votos perpetuos proceden del extranjero, dado que apenas hay españolas postulantes. Y las que hay, se concentran en La Aguilera

«Yo ya no soy extranjera». Alto y claro habla, tras la reja del locutorio del convento de las Salesas, la hermana María Paz sobre los casi 20 años que han pasado desde que dejó Guinea Ecuatorial para iniciar una nueva vida en una ciudad de la que no sabía nada más que el idioma y que hacía mucho frío. «El primer año me sentía como en un congelador», afirma esta religiosa de la orden de la Visitación de Santa María, la primera extranjera que se instaló en el convento de clausura de la calle Barrantes, bajando de forma radical la edad media: «Yo tenía 16 años y la más joven había cumplido los 30, así que la diferencia de edad fue lo más difícil».A finales de los 90 aún eran excepción las monjas extranjeras, ahora ya suponen el 15,5% del total de las religiosas de clausura de la diócesis.