La Unidad de Mínima Exigencia (UME) que el Ayuntamiento abrió en 2012 -y que gestiona Cáritas- para evitar que hubiera personas durmiendo al raso en el duro invierno burgalés ha cumplido sus expectativas. La memoria del 2015 revela que tuvo una ocupación diaria del 85,4% respecto de las 6 camas que se ofertan y que la media de personas por noche fue de 5,5, con un total de 936 pernoctaciones.