Esto es un hotel y las mujeres pagan por alojamiento y manutención, pero entran y salen cuando quieren. Este argumento lo utilizan quienes regentan un club de alterne para desvincularse de la actividad que las mujeres ejercen en él. Penalmente puede servir para evitar acusaciones de explotación sexual o tráfico de personas, pero laboralmente empieza a no ser válido, según determinan los tribunales