El secretario general de Infraestructuras, Manuel Niño, asegura que la N-I no es una vía peligrosa. Para llegar a tal conclusión ofrece algunos datos. El primero, que «el riesgo medio de sufrir un accidente es la mitad del conjunto de carreteras convencionales del Estado, un 48% inferior, con un índice de peligrosidad del 8,4 frente al 16,2». Este parámetro fue medido de 2012 a 2016.