Los hechos se produjeron a principios de septiembre, cuando una persona denunció el robo de numerosos efectos, entre ellos material informático, en el patio de una vivienda de su propiedad, donde había instalado una caseta prefabricada de madera con puerta de entrada con cerradura y en la que guardaba material de trabajo. El denunciante manifestó que el geolocalizador de uno de los ordenadores se había activado y daba la ubicación de una calle de Burgos, donde los agentes investigadores de la Policía Nacional localizaron a la persona que presuntamente había comprado los dos ordenadores robados (F.T.M., de 35 años), por lo que fue detenida por un presunto delito de receptación. Posteriormente se logró la identificación de los otros dos jóvenes (D.E.B., de 18 años, y un menor) que habían realizado el robo en la caseta, ambos detenidos por un presunto delito de robo con fuerza.