"Los reguladores nacionales son autónomos, analizan y obligan a inversiones para garantizar la seguridad", ha afirmado el comisario europeo responsable de Acción por el Clima y Energía, que ha insistido en que cuando las centrales llegan al fin de su vida útil, los Estados pueden desmantelarlas, pararlas o prolongar su funcionamiento, pero "siempre que tengan condiciones de seguridad".