El debate que siempre acompaña la participación de la selección española en una gran cita, se traslada tras el estreno en el Mundial de Rusia del ‘nueve’ a la portería, por una actuación para el olvido de David de Gea ante Portugal, que lo deja marcado.

La Roja llegaba al Mundial con una única controversia abierta: el ataque era la única zona del campo a la que optaban con argumentos tres candidatos. La actuación de Diego Costa, que silenció a sus críticos con un doblete y especialmente con su primer tanto saliendo al rescate del equipo, cierra las dudas que ahora cambian de área.

La firmeza que muestra el arquero madrileño en el fútbol inglés, donde se siente reconocido, no se extiende a la selección española. Y eso que Julen Lopetegui le puso los galones nada más llegar al cargo. Dejaba fuera del equipo a una leyenda como Íker Casillas. No había otro que pudiese hacerle sombra. Esa confianza siguió con Fernando Hierro, que ahora debe decidir como gestionar una crisis que surge en la portería.