El estudio, subsidiario de la orden de la Audiencia Provincial para reabrir el caso y practicar diligencias que habían sido esquivadas durante la fase de instrucción, tales como la declaración del exorcista o el estudio del expediente clínico de la exorcizada, también recoge que «desconocemos su estado psíquico cuando tuvieron lugar los exorcismos y en las semanas o meses posteriores».