Vuelta a la vida lejos de Alepo

A.G.
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Amani Rahmouni y sus cuatro hijos son la primera familia siria que llega a Burgos tras un calvario de siete meses de viajes y agotadoras estancias en campamentos de refugiados. Ahora intentan pasar página y rehacer su vida

«Siempre que me preguntan cómo era aquello hago referencia al infierno para resumir y para que la gente lo entienda. Por ejemplo, en Alepo no hay suministro eléctrico y la gente negocia con generadores para tener un rato de luz. El miedo lo impregna todo y cuando alguien sale a la calle se reza para que vuelva sano y salvo y para que un proyectil no destroce las casas», cuenta con serenidad Amani.