Sanidad ya ha trazado el camino para elevar las multas a quienes hacen botellón. Lo hará a través de una mínima reforma de la Ordenanza Municipal de Drogodependencias. De este modo, cuando las reuniones de jóvenes en torno al calimocho, la cerveza o los cubatas alteren la paz social podrán ser castigadas con más dureza, con entre 100 y 600 euros, que es la cuantía que impone la normativa nacional.