La solución, que debe ser votada en Pleno del Ayuntamiento de Burgos lo antes posible, pasaría por eliminar o reducir al mínimo el leasing y ampliar hasta 20 vehículos el nuevo plan de renting. Un servicio, por otro lado, que dejó en el año 2015 unas pérdidas de 9,4 millones de euros para las arcas municipales.