Se esperaba un partido difícil en Amorebieta por el estado de forma de los vizcaínos y los puntos se quedaron en casa. El equipo de Joseba Etxeberría se mostró tremendamente sólido y expeditivo atrás, demostrando el porque de sus nueve jornadas sin perder. El Burgos estuvo absolutamente inoperante en ataque, sin inquietar a Zabal, y pagó carísimo un error de marca en una acción a balón parado